¿Has escuchado este término antes? Si no sabes lo que es, sigue leyendo porque en este artículo vamos a desentrañar este extraño fenómeno.
La anhedonia se define como la invalidez de sentir gusto durante las actividades agradables y se produce debido a una serie de condiciones.
¿Cómo se siente una persona con anhedonia?
Casi todas las personas, en algún momento de su vida, va a perder interés en las cosas que por lo regular le daban gran deleite.
Sin embargo, la anhedonia lleva esta pérdida al límite: se hace prácticamente imposible disfrutar de las cosas que en cierto momento provocaron felicidad, como la comida, la música, una buena conversación o el sexo.
Aparte del desorden depresivo mayor, puede suceder como parte de otros padecimientos como:
- La esquizofrenia
- La psicosis
- La enfermedad de Parkinson
También puede ocurrir en la anorexia nerviosa y los desequilibrios por abuso de sustancias.
Ya que tratar la depresión es un desafío muy grande, cualquier idea que se pueda aportar es bienvenida.
Hay evidencia científica que indica que la presencia de anhedonia incrementa el riesgo de cometer suicidio, por lo que si el vínculo se prueba, el examen y el tratamiento de la anhedonia podrían salvar vidas.
¿Qué pasa en el cerebro de una persona con anhedonia?
Al igual que con la pesquisa de cualquier respuesta emocional, no es algo sencillo y fácil.
Los circuitos del cerebro son increíblemente activos intrincados y densos.
La anhedonia no es solo una apreciación disminuída del sabor del café (por ejemplo), sino que los mecanismos de recompensa subyacentes están averiados.
Esto puede significar cambios en los niveles de expectativa, interés, motivación, anticipación y predicción del esfuerzo, a cada cual más dfícil.
Y todos ellos son desarrollados por circuitos neuronales diferentes pero superpuestos.
Para los individuos que padecen anhedonia, la evolución de recompensa del cerebro está alterado. Es un trabajo súmamente difícil descubrir qué parte de este desarrollo se ha desvinculado.
Además, la anhedonia también es considerada una característica primordial de la depresión
Para poder entender este extremo, vamos a citar un ejemplo. Si degustamos un nuevo tipo de helado y nos gusta, hay muchas muchas posibilidades de que querramos comerlo otra vez.
Ahora bien, si nos dicen que cada helado cuesta 500 dólares es casi seguro que desistamos.
Si el helado fuera gratis, lo volveríamos a comer; no renunciaríamos a darnos ese gusto.
Todo esto señala que el placer, deseo y la motivación que recibimos de las cosas son fluidos, maleables. No ocurre igual en personas con anhedonia.
Tratamiento de la anhedonia
Por desgracia, actualmente no existe un tratamiento específico para tratar la anhedonia.
Se le suele tratar junto con la condición de la que es parte, la depresión.
Hay un creciente cuerpo de evidencia que asegura que la medicación estándar para la depresión no son útiles para la anhedonia y, lo que es aún peor, pueden empeorar el problema al provocar embotamiento emocional, anorgasmia y anhedonia sexual.
Esta interacción tan negativa se podría deber a que la serotonina coarta la liberación de dopamina en algunas regiones del cerebro, lo que puede obstaculizar con la motivación, el circuito de placer y la recompensa.
Aún queda un largo camino por recorrer antes de que todo el entramado que envuelve a la anhedonia se entienda por completo.
No obstante, nuestro conocimiento debe enfocarse en ir creciendo paso a paso, con mucha lentitud y, con el tiempo, que exista la esperanza de una solución a este trastorno muy intrusivo y debilitante.