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jueves, 21 de junio de 2018

¿Qué es la diverticulitis?

La diverticulitis puede producir dolor abdominal muy fuerte y repentino.



La diverticulitis es una condición que afecta el sistema digestivo. 

Además, la diverticulitis puede causar problemas con las deposiciones y dolor severo y repentino en el abdomen.

Causas de la diverticulitis


Antes de empezar con el tema, vamos a hacer una distinción entre diverticulosis y diverticulitis. 

La diverticulosis es la simple presencia de divertículos, que son unas protuberancias pequeñas o bolsas que pueden formarse en cualquier parte del sistema digestivo, como en los intestinos, el esófago y el estómago. Comúnmente se forman más en la parte inferior del colon. 

Una bolsa se llama divertículo y varias bolsas se llaman divertículos.

Por lo general, los divertículos se desarrollan en respuesta a la presión sobre los puntos débiles en el colon u otras partes del tracto digestivo. 

Los divertículos son muy comunes, y casi todas las personas que los tienen no tendrán problemas con ellos. Son más comunes a medida que la gente va envejeciendo. 

Se calcula que entre el 10 y el 25 por ciento de las personas con diverticulosis contraen diverticulitis. 

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., cerca de la mitad de las personas mayores de 60 años en Estados Unidos tienen diverticulosis.

La diverticulitis es la infección e inflamación de estas bolsas. 

La gravedad de la diverticulitis va a depender de la gravedad de la inflamación o infección. 

Si una persona que está padeciendo diverticulitis no recibe tratamiento, la infección y la inflamación pueden avanzar a complicaciones mucho más serias como una infección grande e incluso perforación intestinal. 

Se pensaba que una dieta baja en fibra puede contribuir a la inflamación, pero una dieta alta en fibra y una mayor frecuencia de evacuaciones intestinales se asocian con una mayor prevalencia de diverticulosis. 

Sin embargo, los médicos no están seguros de por qué estas bolsas se inflaman o infectan. 

De acuerdo con una teoría, la reducción de los niveles de serotonina en el cuerpo puede provocar disminución de la relajación e incremento de los espasmos del músculo del colon. 

La infección también puede resultar cuando la materia fecal queda atrapada dentro de las aberturas en los divertículos. 

Varios tipos de obstrucción también pueden bloquear las aberturas de las bolsas. 

Esto disminuiría el suministro de sangre, provocando inflamación. 

Otras investigaciones sugieren que la obesidad, el tabaquismo y algunos medicamentos pueden provocar inflamación.

Síntomas de la diverticulitis


El síntoma más claro de la diverticulitis resulta ser un dolor agudo en el lado izquierdo del abdomen. 

Aunque también puede ocurrir a la derecha, principalmente en personas de ascendencia asiática.

La diverticulitis viene acompañada de otros síntomas, como son:

  • Diarrea
  • Náuseas
  • Fiebre
  • Vómitos 
  • Estreñimiento por sensibilidad abdominal
  • Cambio en la frecuencia de las evacuaciones intestinales. 

En resumen, los divertículos son pequeñas bolsas que se forman en el colon, el esófago o el estómago, causando una afección llamada diverticulosis. La diverticulitis ocurre cuando estas bolsas se inflaman.

Tratamiento de la diverticulitis


Muchos casos de diverticulitis son fáciles de tratar y no representan un riesgo importante para la salud, pero algunos pueden ser más graves. 

Una infección abdominal como la diverticulitis es una causa común de sepsis.

La diverticulitis grave también puede causar obstrucción intestinal.

Los casos graves de diverticulitis pueden requerir hospitalización. 

Allí, los médicos pueden recetar antibióticos intravenosos o incluso realizar una cirugía para extirpar la porción infectada de los intestinos. 

En los casos leves de diverticulitis, las personas generalmente sólo necesitan cambiar lo que comen y posiblemente tomar antibióticos para la infección del divertículo. 

Su médico también puede sugerir analgésicos de venta libre. 

Para las personas con diverticulitis no complicada, este tratamiento tiene éxito entre el 70 y el 100 por ciento de las veces. 

Generalmente, si un paciente tiene diverticulitis y está siendo tratado como paciente ambulatorio (en casa), casi todos los médicos recomiendan una dieta líquida clara hasta que tenga una mejoría en los síntomas. 

En caso de que los pacientes estén en el hospital, los médicos pueden recomendar no comer nada al principio y luego empezar una dieta líquida clara una vez que el paciente muestre mejoría. 

Ya cuando el paciente se muestre mejor, se agregan alimentos más sólidos a la dieta.

Tan pronto la curación haya comenzado, a menudo se anima a los pacientes a comer alimentos ricos en fibra. 

Anteriormente se les decía a esos pacientes que evitaran las semillas, las nueces y las palomitas de maíz, ya que podrían quedar atrapadas y empeorar o causar infecciones.

La buena ciencia ahora indica que eso no es cierto, y que no hay evidencia fuerte de que los pacientes deban evitar tales cosas. 

Además, hay buena información de que los pacientes que consumen una dieta alta en fibra tienen menos complicaciones de su diverticulitis, y lo mejor es que se abogue por una dieta alta en fibra para tales pacientes (que no sea durante su período inmediato de infección, por una semana o dos, donde en ese caso se podría abogar por una dieta baja en fibra suave temporal hasta que el evento agudo se resuelva. 

En el 2016, en un artículo publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. señaló que el consumo de fibra, antibióticos no absorbibles y probióticos parece ser efectivo en el tratamiento de pacientes sintomáticos y sin complicaciones.

En la edición del 27 de agosto del 2008 de JAMA, fue publicado un estudio que respalda la noción de que comer nueces, maíz y palomitas de maíz no incrementa el riesgo de diverticulitis o sangrado diverticular.

Mantenerse alejado de la carne roja también puede ayudar. 

¿Qué puede ocurrir si la diverticulitis no recibe tratamiento? 


La respuesta es sencilla y concluyente: una catástrofe.

Donde puede incluirse perforación potencial, absceso en el abdomen, sepsis e incluso la muerte. 

Por lo tanto, es imperativo tratar a todos los pacientes con antibióticos.

Sin embargo, en un estudio del Centro de Investigación Clínica de la Universidad de Uppsala con grupos de control sin tratamiento y a pesar de las preocupaciones, no ocurrió ninguna catástrofe real en los pacientes del control (sin antibióticos), o al menos no en una tasa más alta que los que sí recibieron antibióticos. 

Esto indica que al parecer algunos pacientes, al menos los que tienen una enfermedad más leve, mejorarán con o sin tratamiento.

Pero según el Instituto de la Asociación Gastroenterológica Estadounidense (American Gastroenterological Association Institute), entre el 15 y el 30 por ciento de los pacientes experimentarán una recurrencia de la diverticulitis después de su curación inicial.