Imagina por un momento tomando sol, mirando una hamburguesa chisporroteando en la parrilla, al lado de la piscina, sintiendo el hedor químico del cloro.
Está claro que todos deben saber que el cloro es un elemento muy importante para divertirse en verano; sobretodo que no querrás darte un baño en una piscine que no tenga.
El cloro ayuda a mantenernos a salvo del agua de la piscina y orina que de otra manera estaría llena de bacterias (Dato curioso: Ese olor a piscina que asociamos con el cloro no es cloro en absoluto, en relidad es un compuesto llamado tricloramina, que se forma cuando el cloro reacciona con la orina y el sudor).
Pero, ¿es perjudicial el cloro?
Es una realidad que mucho cloro puede causar irritación en la piel, pero por lo general, las cantidades que se usan en las piscinas no son motivo de preocupación.
Por otro lado, una piscina sobreclorada puede provocar irritación ocular, resecar el cabello y la piel (despojándolos de aceites naturales) y, en ocasiones, hacer que el cabello teñido se torne verde.
Debido a esto, es súmamente importante tener los niveles correctos de cloro en la piscine.
El exceso de cloro en la piscina en ocasiones puede causar pequeñas cantidades de vapor que salen del agua, lo que podría desencadenar el asma de una persona, aunque este efecto no es demasiado común.
Ese caso podría ocurrir en una piscina recién clorada o en una superclorada.
Para evitar esto, las piscinas suelen cerrarse justo después de que los encargados le han echado cloro a la piscina para que algunos de esos vapores se puedan difundir.
Se sabe, que en altas concentraciones, el gas cloro es muy venenoso. En la Primera Guerra Mundial, por ejemplo, el gas cloro se utilizó como arma química.
Inhalar grandes cantidades de gas es venenoso y podría causar lo que se conoce como edema pulmonar, o acumulación de líquido en los pulmones.
Algunas recomendaciones importantes
Por lo general, los nadadores no tienen que preocuparse por el cloro.
Si te encuentras en una situación de piscina, en general, es seguro.
Y si tienes un poco de irritación menor, puedes ducharte justo después de la piscina y aplicarte un buen humectante para reponer algunos de esos aceites naturales que el cloro haya eliminado.
Aunque no te enjuagues, las consecuencias no serán nefastas, lo único que podría pasarte es terminar con un poco de piel seca o fragilidad en el cabello.
En el caso de los nadadores competitivos o los niños amantes de la piscina, se les podrían quitar más aceites naturales de la piel, en cuyo caso la hidratación puede ser muy útil.
En estos casos es mejor el uso de cremas o pomadas hidratantes en lugar de lociones.
También podrías usar humectantes que contengan ceramidas, que son aceites naturales de nuestra piel.
Si quieres evitar la irritación ocular al nadar, es preferible usar gafas.
Y para el cabello sensible, puede ayudar el pretratamiento con aceite antes de meterse en el agua o usar un gorro de baño.
En el caso de los bebés mayores de unos pocos meses, no hay por qué temer a la piscina. Luego del período inmediatamente posterior al nacimiento... la piel de todos desarrolla más o menos la misma calidad y las mismas barreras protectoras.
Nunca olvides ponerte protector solar y asegurarte de volver a aplicarlo, sobre todo si estás nadando.