La glucosa o el azúcar en la sangre, es el azúcar principal que se encuentra en la sangre.
El cuerpo consigue glucosa de los alimentos que comemos.
Este azúcar es una fuente necesaria de energía y proporciona nutrientes a los músculos, órganos y al sistema nervioso del cuerpo.
La absorción, almacenamiento y la producción de glucosa son reguladas constantemente a través de procesos complejos que afectan al hígado, el intestino delgado y el páncreas.
Después de que una persona ha consumido carbohidratos, la glucosa entra al torrente sanguíneo.
El sistema endocrino ayuda a conservar los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo bajo control usando el páncreas.
El páncreas produce la hormona insulina, que es liberada después de que una persona consume proteínas o carbohidratos.
La insulina envía el exceso de glucosa al hígado en forma de glucógeno.
Además, el páncreas produce una hormona llamada glucagón, que hace lo contrario de la insulina, que eleva los niveles de azúcar en la sangre si es necesario.
De acuerdo al Centro de Investigación del Cáncer de Páncreas Sol Goldman de la Universidad Johns Hopkins, estas dos hormonas trabajan juntas para mantener el equilibrio de la glucosa.
Si el cuerpo necesita más azúcar en la sangre, el glucagón le indica al hígado que transforme el glucógeno de nuevo en glucosa y lo libere en el torrente sanguíneo. Este proceso es conocido como glucogenólisis.
Cuando no hay azúcar suficiente para todos, el hígado reserva el recurso para las partes del cuerpo que lo necesitan, incluyendo el cerebro, los glóbulos rojos y partes del riñón.
Para las demás partes del cuerpo, el hígado produce cetonas, que descomponen la grasa para usarla como combustible.
El proceso de transformar la grasa en cetonas se denomina cetogénesis.
Según la Universidad de California, el hígado también puede producir azúcar a partir de otras cosas del cuerpo, como aminoácidos, productos de desecho y subproductos grasos.
Dextrosa vs. Glucosa
Según Healthline, la dextrosa también es un azúcar. Es químicamente idéntica a la glucosa, pero está hecha de maíz y arroz.
Por lo regular se utiliza como edulcorante en productos de panadería y en alimentos procesados.
La dextrosa además tiene propósitos medicinales. Se puede disolver en soluciones que se administran por vía intravenosa para incrementar los niveles de azúcar en la sangre de una persona.
Azúcar normal en la sangre
Para casi todas las personas, 80 a 99 miligramos de azúcar por decilitro antes de una comida y 80 a 140 mg/dl después de una comida es normal.
La Asociación Estadounidense de Diabetes (American Diabetes Association) señala que la mayoría de las adultos no diagnosticados con diabetes deben tomar de 80 a 130 mg/dl antes de una comida y menos de 180 mg/dl de 1 a 2 horas después de comenzar la comida.
Estas perturbaciones en los niveles de azúcar en sangre, tanto antes como después de las comidas, muestran la forma en que el cuerpo absorbe y almacena la glucosa.
Luego de comer, el cuerpo descompone los carbohidratos de los alimentos en partes mucho más pequeñas, incluyendo la glucosa, para que el intestino delgado pueda absorber.
Problemas
La diabetes aparece cuando el cuerpo no tiene insulina o porque no está funcionando de manera efectiva.
Este trastorno puede estar relacionado con muchas causas y entre esas causas podemos citar la obesidad, la dieta y los antecedentes familiars.
Para diagnosticar la diabetes, se realiza una prueba oral de tolerancia a la glucosa en ayunas.
Las células pueden desarrollar una tolerancia a la insulina, lo que hace imprescindible que el páncreas produzca y libere más insulina para disminuir sus niveles de azúcar en la sangre en la cantidad necesaria.
Pero, el cuerpo puede fallar en producir insulin suficiente para mantenerse al día con el azúcar que entra al cuerpo.
No obstante, puede tomar décadas diagnosticar niveles altos de azúcar en la sangre.
Esto puede ocurrir porque el páncreas es tan bueno en su trabajo que un médico puede seguir recibiendo lecturas normales de glucosa en la sangre mientras la tolerancia a la insulina continúa aumentando.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., los profesionales de la salud pueden observar los niveles de azúcar en la sangre mediante una prueba A1C, que es un análisis de sangre para la diabetes tipo 2 y la prediabetes.
Esta prueba lo que hace es medir el nivel promedio de glucosa en la sangre, o nivel de azúcar en la sangre, durante los tres meses anteriores.
Los médicos pueden utilizar la A1C sola o en combinación con otras pruebas de diabetes para hacer un solo diagnóstico.
También utilizan la A1C para ver qué tan bien está controlada su diabetes.
Esta prueba es totalmente diferente a los chequeos de azúcar en la sangre que las personas con diabetes se realizan todos los días.
En el trastorno llamado hipoglucemia, el cuerpo no produce suficiente azúcar.
Las personas con este trastorno necesitan tratamiento cuando el nivel de azúcar en la sangre desciende a 70 mg/dL o menos.
Los síntomas de la hipoglucemia pueden ser:
- Hambre
- Llanto durante el sueño
- Irritabilidad
- Sensación de hormigueo alrededor de la boca
- Ritmo cardíaco irregular
- Cansancio
- Piel pálida
- Temblores
- Sudoración
- Ansiedad
Mantener el azúcar en la sangre bajo control
Las personas sanas pueden conservar su nivel de azúcar en la sangre en los niveles correctos usando los siguientes métodos:
Revise sus niveles de insulina
Muchos médicos simplemente analizan el nivel de azúcar en la sangre y realizan una prueba A1C, que detecta principalmente prediabetes o diabetes tipo 2.
Asegúrese de que también le hagan chequeos de insulina.
Mantener un peso saludable
Antes de comenzar cualquier tipo de programa de pérdida de peso, hable con un profesional de la salud competente sobre el peso ideal para usted.
Realice ejercicio físico
Una caminata enérgica unos 30 minutos al día puede reducir en gran medida los niveles de azúcar en la sangre e incrementar la sensibilidad a la insulina.
Comprobación de los niveles de minerales
El magnesio juega un papel súmamente importante en ayudar a la insulina a hacer su trabajo. Por lo tanto, además de los otros beneficios para la salud que proporciona, un nivel adecuado de magnesio puede reducir las posibilidades de volverse tolerante a la insulina.
Mejorar la dieta
Seleccione y busque alimentos enteros no procesados, como frutas y verduras, en lugar de alimentos muy procesados o preparados.
Los alimentos que contienen muchos carbohidratos simples, como galletas y galletas saladas, que el cuerpo puede digerir rápidamente tienden a subir los niveles de insulina y a poner estrés adicional en el páncreas.
Evite las grasas saturadas y en su lugar elija las grasas insaturadas y los alimentos ricos en fibra. Ponga en su consideración agregar nueces, verduras, hierbas y especias a su dieta.