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domingo, 27 de mayo de 2018

'Bacterias en un chip', lo nuevo para diagnosticar enfermedades intestinales.

La ciencia avanza y siempre se buscan formas para combatir enfermedades. 



Ahora, las 'bacterias en un chip' pueden ayudar a diagnosticar el cáncer de colon, los trastornos intestinales y las úlceras intestinales.

Un grupo de científicos ha desarrollado una cápsula ingerida llena de diminutos aparatos electrónicos y millones de células vivas genéticamente modificadas que algún día podrían ser utilizadas para detectar problemas de salud desde el interior del intestino.

La cápsula ya ha sido probada en cerdos y detectó correctamente los signos de sangrado, informaron en esta semana los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en la revista Science. 

Aunque cuenta con más de una pulgada de largo, tendrá que ser hecho más pequeño para las pruebas en personas. 

Los investigadores han dicho, que los resultados indican que la cápsula podría ser usada en personas para encontrar señales de úlceras, enfermedad intestinal inflamatoria o incluso cáncer de colon.

Esta nueva versión del MIT a diferencia de otros chips ingeribles, contiene millones de células vivas diseñadas genéticamente para actuar como sensores, diseñadas para iluminarse cuando detectan sangrado. 

Esta investigación es el último avance en un campo creciente de sensores que pueden ser tragados o usados para monitorear nuestra salud. 

Píldoras equipadas con cámaras, termómetros y medidores de acidez ya buscan enfermedades y rastrean la digestión. 

Los monitores cutáneos adhesivos para pacientes con accidente cerebrovascular en recuperación están en proceso.

Este dispositivo del MIT es el primero en utilizar células de ingeniería como sensores en cápsulas ingeridas, dijo Kourosh Kalantar-zadeh, quien está desarrollando una píldora totalmente electrónica con sensor de gases en el Instituto de Tecnología Real de Melbourne en Australia.

Este trabajo constituye un paso más hacia la demostración de las grandes promesas de cápsulas inteligentes e ingeribles", dijo Kalantar-zadeh.

Para el estudio, Los investigadores probaron las cápsulas usando una cepa inofensiva de la bacteria E. coli. 

Las células fueron modificadas con ADN de otras bacterias para hacerlas detectar sangre y luego iluminarse. 

La electrónica entonces toma el control, transmitiendo señales a un smartphone.

De acuerdo al coautor Phillip Nadeau, la reducción de la cápsula a un tamaño normal de píldora podría lograrse combinando sus tres chips electrónicos.

El cifrado de datos será necesario para proteger la privacidad del paciente. 

El coautor Mark Mimee dijo, “se supone que se debe usar una vez, así que tendrán que hacerla desechable”

A medida que los laboratorios descubren ADN con nuevos poderes de detección, la cápsula podría personalizarse para diagnosticar múltiples afecciones. 

El coautor Tim Lu especuló que los futuros pacientes podrían tragarse una cápsula "una vez a la semana o una vez al mes" para detectar signos tempranos de cáncer en lugar de someterse a una colonoscopia.

Texas Instruments y la National Science Foundation ayudaron a pagar la investigación, y los investigadores están buscando patentes para la cápsula.