Si usted vive en cualquier lugar donde el termómetro se mantiene en un nivel alarmantemente bajo, las duchas frías seguro que serán una pesadilla para usted.
Sin embargo, no importa cuán desconcertante sea el pensamiento de una ducha fría, está científicamente demostrado que está llena de beneficios mentales, físicos y psicológicos.
Entre sus muchos beneficios para la salud, tomar duchas frías regulares puede mejorar el sistema inmunológico, aliviar el estrés, mejorar la circulación sanguínea, regularizar el sueño, aumentar el metabolismo, mejorar la testosterona, e incluso aliviar la depresión.
¿Qué más? Tomar duchas de agua fría tiene un impacto más profundo en su mente y salud mental, y aquí hay algunas maneras en que realmente pueden cambiar su vida, de acuerdo con la ciencia.
Mejora la fuerza de voluntad y la disciplina
La fuerza de voluntad es una de las emociones humanas más fuertes. Desafortunadamente, tenemos un suministro limitado de ella y sigue disminuyendo a través del día.
Practicando la resistencia al frío y simplemente resistiéndose bajo el agua fría, no sólo nutres la disciplina para soportar adversidades, también construirás fuerza de voluntad y gradualmente aumentarás tu presupuesto de fuerza de voluntad para el día.
Te hace más aceptado
Desafiar la puñalada de agua fría corriendo por su cuerpo día tras día es una gran manera de entrenarse a manejar problemas más grandes que vienen en camino más tarde en la vida. Aprendes a aceptar la adversidad y estás mejor preparado para los graves problemas que la vida te va a arrojar.
Te hace humilde
Cuando usted siente el frío que muerde su cuerpo a través de un frío helado seguro, en este momento usted está completamente en la misericordia de la naturaleza y está en un lugar donde usted es igual a todos los demás.
Uno puede ser rico, pobre, famoso, o insignificante, pero nuestros rasgos humanos, miedos, sensibilidad al dolor y a la temperatura, y así sucesivamente son todos los aspectos que nivelan el campo que juega para los seres humanos a través del mundo.
Tomar una ducha fría es una experiencia humilde, ya que hace que uno se de cuenta de que no importa lo lejos que vayamos en la vida, algunas experiencias son compartidas por todos nosotros por igual.
Te enseña cómo meditar
La reacción natural de su cuerpo a una repentina fiebre fría es a jadear voluntariamente para respirar. Una vez que se acostumbre a una ducha fría cada mañana, su cuerpo está más relajado también.
Se entrena a sí mismo para estar tranquilo, incluso bajo estrés repentino y mejora tu respiración preparándote para una sesión relajada de meditación.
Te hace más tolerante
Después de lidiar con un factor estresante, como el frío, día tras día, tu cuerpo aprende a adaptarse a factores estresantes externos y le hace una persona mucho más tolerante en su vida diaria.
Gradualmente aprenden a tomar el control de sus reacciones a la angustia y entrenarse para manejar las adversidades que vienen a su manera.