Los ovarios son los órganos primarios de la reproducción femenina.
Estas glándulas tienen tres importantes funciones: secretar hormonas, proteger los óvulos o huevos que nacen en la mujer y lanzar esos óvulos para una posible fertilización.
Por lo general, las hembras humanas nacen con dos ovarios derivados del útero.
Antes de la pubertad, estos ovarios son sólo bultos largos de tejido. Pero a medida que la hembra madura, también lo están haciendo sus ovarios.
Cuando ya están maduros, los ovarios son aproximadamente del tamaño de una uva grande, según EndocrineWeb.
Los ovarios se encuentran ubicados a ambos lados del útero contra la pared pélvica en una región llamada fosa ovárica y pueden mantenerse en su lugar gracias a unos ligamentos adheridos al útero.
Función
Como dijimos más arriba, los ovarios tienen tres funciones:
Primero, resguardar y proteger los huevos (óvulos) con los que nace una hembra hasta que están listos para su uso.
Se considera que las mujeres nacen con su suministro de ovarios de por vida, pero un estudio de la University of Edinburgh's School of Biological Sciences encontró que la quimioterapia podría ocasionar el desarrollo de nuevos óvulos.
"Este studio solo ha involucrado a unos pocos pacientes, pero sus hallazgos fueron consistentes y su resultado podría ser significativo y de gran alcance", dijo en un comunicado la investigadora del estudio Evelyn Telfer, profesora de la University of Edinburgh's School of Biological Sciences.
"Necesitamos saber más sobre cómo esta combinación de drogas actúa en los ovarios, y las implicaciones que esto podría causar.
En segundo lugar, en los ovarios se producen hormonas reproductivas femeninas llamadas estrógeno y progesterona, y otras hormonas menores llamadas relaxina e inhibina.
Existen tres tipos diferentes de estrógenos: estradiol, estrona y estriol.
Estas tres hormonas son utilizadas por el cuerpo para ayudar a desarrollar las características femeninas adultas, como los pechos y caderas más grandes, y colaborar además, en el ciclo de la reproducción.
La progesterona es parte clave para la reproducción (abundaremos un poco más de eso, más adelante). Relaja los ligamentos pélvicos para que se puedan estirar durante el parto.
La inhibina impide que la glándula pituitaria produzca hormonas.
En tercer lugar, los ovarios liberan un óvulo (en ocasiones más de uno), cada ciclo menstrual.
Este proceso es conocido como ovulación.
Dentro de cada ovario, existen folículos y el interior de cada folículo es prácticamente un huevo.
Cuando nace una hembra, tiene alrededor de 150.000 a 500.000 folículos en sus ovarios.
Pero cuando ella llega a estar sexualmente madura, la hembra tendrá alrededor de 34.000 folículos, según la Enciclopedia Britannica.
Cuando un óvulo en particular es estimulado a la madurez por las hormonas liberadas de la glándula pituitaria, el folículo migra a la pared del ovario.
En ese sitio, es dónde el óvulo y el folículo crecen y maduran.
Cuando se maduran, entonces están listos para la ovulación.
Los folículos maduros, major conocidos como folículos Graaf, pueden crecer hasta cerca de 1,2 pulgadas (30 milímetros) de diámetro.
Cuando el óvulo está Maduro, el folículo se rompe, soltando el ٕóvulo en la trompa de Falopio que le quede más cerca.
Desde las trompas de falopio, el óvulo viaja al útero.
La hormona progesterona que el cuerpo produce, se encarga de hacer el revestimiento del útero más grueso para ser receptivo al óvulo entrante.
Esta hormona es creada por las nuevas células que crecen donde estaba el óvulo viejo que una vez estuvo en el ovario.
Estas células son llamadas cuerpo lúteo y actúan como glándulas temporales.
En caso de que no haya esperma, o si el óvulo no es fecundado, alrededor de nueve días después de la ovulación, el cuerpo deja de hacer progesterona.
Luego, el óvulo es expulsado del útero durante la menstruación.
Cada ciclo menstrual es de aproximadamente 28 días.
Si el óvulo es fecundado, el cuerpo lúteo — y luego la placenta del feto — sigue produciendo progesterona.
Esta hormona no sólo mantiene al útero en un ambiente hospitalario para un óvulo creciente, sino que también impide que los ovarios liberen más óvulos.
En ocasiones, el estrés y otros factores prevendrán la ovulación. Cuando esto ocurre, se llama ciclo anovulatorio.
Enfermedades
En la gran mayoría, los problemas ováricos son causados por quistes.
Los quistes ováricos o los crecimientos en los ovarios, son comunes y la mayoría de las mujeres podrán tenerlos por lo menos una vez, según la Clínica Mayo.
La mayoría de las mujeres ni siquiera se dan cuenta o no saben cuando tienen un quiste porque típicamente no son dolorosos ni nada de que preocuparse.
El síndrome del ovario poliquístico (Polycystic Ovary Syndrome, PCOS) es una dolencia definida por los quistes múltiples que crecen en el borde externo de los ovarios debido a una carencia de las hormonas que permiten que un óvulo sea liberado del folículo.
Este desorden es delicado y puede contribuir a la infertilidad y a otras complicaciones serias tales como enfermedad cardíaca, diabetes o un accidente cerebrovascular.
En ocasiones, un quiste puede convertirse en canceroso.
Una de cada 75 mujeres desarrollará cáncer de ovario, según la American Cancer Society.
Existen pruebas actuales que pueden ayudar a detectar la probabilidad de que la mujer desarrolle cáncer ovárico.
En algunos casos, las mujeres prefieren extirpar sus ovarios como una medida cautelar.
"Si usted le han extirpado los ovarios debido a ciertos resultados de detección de cáncer hereditario como BRCA, entonces también es bueno que le extirpen sus trompas de Falopio, porque también puede conseguir un cáncer en las trompas de Falopio", dijo la doctora Sarah Yamaguchi, ginecóloga en el Hospital Good Samaritan en los Ángeles, California.
"Sin embargo, incluso con todo eso hecho, usted todavía puede conseguir el cáncer peritoneal primario que es muy similar al cáncer ovárico."